Gestión de biorresiduos

Ayer tuvo lugar una jornada en Santiago de Compostela sobre recogida selectiva de residuos orgánicos y prevención del desperdicio alimentario. Es una de las varias jornadas organizadas por la Xunta de Galicia bajo el lema «Pensa en Circular», cada una enfocada a un tipo de residuos distinto. Esta vez, se puso atención a los biorresiduos, haciendo énfasis en evitar el desperdicio alimenticio y en el compostaje como oportunidad de gestión de residuos.

Los residuos alimenticios se pueden generar en las fases de producción, manufactura, distribución y consumo de alimentos. Los aspectos culturales de una región tienen gran influencia en la generación y gestión de estos residuos alimenticios.

En la jornada se han comentado proyectos exitosos de compostaje tanto a escala piloto como comunitaria, principalmente como alternativa de economía circular a la incineración y depósito en vertedero de la fracción orgánica de los residuos urbanos. Esto no solo permitiría alcanzar los porcentajes de recuperación requeridos para cumplir con la legislación, sino que supondría un ascenso en la jerarquía europea de residuos, en la cual el depósito de vertedero es la opción menos favorable.

Fuente:
https://anacossostenibilidad.com/wp-content/uploads/2022/02/cci-3-figura-1-jerarquia-europea-gestion-de-residuos.png

El compostaje supone una reducción de gastos de gestión de
residuos debido a que se reducen considerablemente la cantidad de residuos
destinados a vertedero, aunque su implantación puede ser problemática debido a
mayores gastos de recogida y a los plazos de contratación de empresas gestoras.

Es fundamental, para que el sistema de recogida de la fracción orgánica funcione correctamente, la educación y sensibilización de la comunidad. Cuanto mejor sea la separación selectiva en los hogares, menos impropios tendrá el compost y, por lo tanto, mejor será la calidad del producto final. En este sentido, la recogida puerta a puerta es el mejor sistema, ya que permite un mayor control sobre los residuos recogidos y facilita la educación ambiental personalizada.

En realidad, hay tantas dudas actualmente sobre la separación selectiva de residuos que, en ciertas poblaciones, añadir un contenedor de fracción orgánica podría complicarlo aún más. Pero, ¿por qué aún no sabemos reciclar? Es cierto que hay residuos que pueden generar dudas, por ejemplo, un juguete de plástico pertenece a la fracción resto y no al contenedor amarillo (ya que es plástico pero no es un envase) y una caja de pizza usada puede ir al contenedor azul (si el cartón está limpio) o a la fracción resto (si está sucio). Sin embargo, no debería haber dudas sobre dónde depositar una lata o un tetrabrick, pero es una duda bastante común. Este tipo de dudas, en el caso del compostaje, se pueden resolver con la atención personalizada del sistema de recogida de puerta a puerta.

En cuanto al despilfarro de comida se ha hablado de la
importancia del consumo responsable por parte de los compradores, sin olvidar
que, en muchas ocasiones, las empresas dificultan la toma de decisiones de
consumo.

El desperdicio de comida supone problemas medioambientales, sociales y económicos. Se calcula que un tercio de la comida producida a nivel mundial es desperdiciada y esto significa que el principal problema del hambre es la dificultad del acceso a la comida y no la producción. Los estándares estéticos, la conservación inadecuada, la compra compulsiva y las dificultades de donación a bancos de comida son algunos obstáculos a los que hay que hacer frente.

En este contexto nació la aplicación móvil Too Good To Go, como una nueva experiencia gastronómica que evita el despilfarro de comida. Se trata de una plataforma en la que los restaurantes y tiendas pueden ofrecer a menor precio los productos sobrantes al final del día y los clientes pueden comprar comida que, en otro caso, se tiraría a la basura. La plataforma lleva poco tiempo en España (unos 5 meses) y aún no está presente en muchas ciudades pero espero ilusionada (ya me he descargado la aplicación) a que llegue a Santiago.

Creo que la conclusión general de la jornada puede ser la importancia de la implicación social tanto a la hora de reducir la generación de residuos alimenticios como a la hora de realizar una separación de residuos correcta.

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