El macroproblema de los microplásticos
Los microplásticos son una amenaza relativamente nueva y están creando un MACROproblema. Cada vez se conoce más información sobre ellos e incluso se consideró «microplástico» la palabra del año en el 2018.
Los microplásticos son partículas de plástico de pequeño tamaño y formas variadas, desde fragmentos irregulares a fibras. Los microplásticos primarios son partículas de plástico fabricados intencionadamente con tamaño milimétrico (o micrométrico) y los microplásticos secundarios son partículas de plástico generadas por la fragmentación de elementos plásticos de mayor tamaño.
Las partículas de plástico no solo son un contaminante en sí mismo, si no que pueden transportar contaminantes que se adhieren a su superficie, incrementando así su potencial peligrosidad.
En los medios acuáticos, los microplásticos pueden ser fácilmente ingeridos por animales y acceder a la cadena alimentaria, también llegando a los seres humanos. Así mismo, su presencia en el agua de bebida supone la ingestión directa por las personas. Por lo tanto, no solamente es un problema medioambiental, sino de salud pública.
Estos plásticos pueden llegar al medio acuático en las aguas residuales urbanas, ya que se utilizan microplásticos en cremas exfoliantes y pastas de dientes, en forma de microperlas, y se producen en el lavado de tejidos sintéticos, en forma de microfibras. Aunque su uso en cremas y pastas de dientes está ya restringido en muchos lugares y es muy fácil para los consumidores dejar de usar estos productos, las microfibras derivadas de la ropa son más complicadas de evitar. Tejidos como el poliéster, poliamida, acrílico o nylon, entre otros, son generadores de microfibras sintéticas. Además, estas microfibras pueden presentar compuestos tóxicos empleados en la industria textil como pesticidas, disolventes o tintes.
Las estaciones depuradoras no tienen sistemas específicos para la captación de microplásticos, por lo que pueden retener cierta cantidad, pero no evitan que sean expulsados al medio ambiente. Algunos sistemas de depuración son muy efectivos frente a los microplásticos pero puede haber complicaciones mayores. Si los microplásticos son retenidos en la depuradora, pueden pasar a los lodos de depuración y, si estos son posteriormente empleados como fertilizante, los contaminantes se trasladan a los suelos.
Otras fuentes de microplásticos son las redes de pesca, generalmente hechas de materiales sintéticos y, en menor medida, los geotextiles empleados en la protección de los suelos, que pueden fragmentarse en condiciones climáticas extremas.
Se cree que los plásticos encontrados en las playas y flotando sobre la superficie marina, son una pequeña proporción de los plásticos que hay en el mar, encontrándose la mayor parte en el fondo. (Si ya nos asusta la cantidad de basura marina que vemos a diario, ¿os imagináis cuánto habrá en el fondo del mar?)
La situación es preocupante pero aún no estamos perdidos. Podemos reducir el uso de plásticos en el día a día, evitar el empleo de cosméticos con microperlas, evitar comprar prendas de fibras sintéticas, reducir la frecuencia de lavado de las prendas que ya tenemos, etc.
Desde el punto de vista de la investigación queda mucho por hacer pero ya se están estudiando sistemas de depuración más eficaces en la captación de microplásticos, desarrollando sistemas de filtración para las lavadoras domésticas e investigando posibilidades de biorremediación y biodegradación de plásticos.
